Por Hugo Freyre
“Ir y venir, volver atrás, no me hace nada, nada
bien” Sed – Callejeros.
A modo de realizar un balance del año 2021, este artículo intentara centrarse en la coyuntura argentina para aventurarse a interpretar un futuro que se visualiza con numerables desafíos y problemas a corregir. En este esquema de ideas, “el péndulo” puede graficar, de cierta manera, un estado de idas y vueltas en el que se encuentra inmersa la historia económica argentina, con periodos de expansión, los cuales resultan ser relativamente cortos, y crisis financieras y económicas que repercuten en los niveles socioeconómicos de nuestra sociedad. Estos vaivenes son los que es necesario dejar de lado para generar certidumbre y un horizonte visible, aspectos centrales para incentivar a la inversión y producción, pilares del crecimiento. En este sentido, y para pensar un país integro a futuro, es decir, que se inserte en un sendero de desarrollo económico con inclusión social y crecimiento, deben en primera medida, solucionarse problemas estructurales en múltiples aspectos. No se puede aspirar al desarrollo si no se tiene una idea clara sobre cómo encarar este proceso, así como también, no es posible incluir socialmente a personas que se encuentran por debajo de la línea de pobreza sin solucionar el flagelo de la inflación. Por último, no puede pensarse un modelo de crecimiento económico sin antes establecer un esquema fiscal, laboral, monetario y productivo que sea consistente y con políticas acordadas con los distintos sectores.
La necesidad de trascender: el rol de la política y las nuevas ideas. Para todo esto, la política debe ponerse al servicio de la sociedad en su
conjunto, dejando de lado proyectos que traten los intereses propios por sobre
los colectivos. Son muchos y heterogéneos los desafíos que tiene la Argentina
como República, por lo cual, todos los sectores de la sociedad deben
encontrarse a la altura de las circunstancias, ya que la historia de nuestro
país reclama una generación de ciudadanos que pongan de pie definitivamente a
este país. En este péndulo en el cual se encuentra inmersa la economía
argentina, y a modo de trascender el mismo, en orden a idear un modelo de
crecimiento económico sustentable en el tiempo, y que por el contrario, no se
agote por un mal clima que repercute en una mala cosecha, o por otro lado, con
un impacto negativo en el precio de los commodities, es vital generar riqueza,
y para ello, es fundamental el nacimiento de nuevas ideas, que puedan
ponerse en práctica, generando nuevos negocios y creando puestos de trabajo. Es
necesario aclarar que las ideas son un bien “no rival”, es decir, no hay
competencia entre las mismas, por lo cual es necesario incentivar y motivar a
toda la población a pensar nuevas políticas públicas, negocios, y formas de
construir un país distinto. En este marco, es necesario darles espacio a los jóvenes
en los distintos ámbitos, ya sea en el campo laboral como en las instituciones
de la sociedad civil, en orden a poner en agenda nuevas problemáticas y
distintas visiones sobre cómo afrontarlas. En todo este esquema, la educación
juega un rol clave, ya que una sociedad que carece de la misma, es una sociedad
que, con un alto grado de probabilidades, no tenga futuro.
Construir a través del aprendizaje. El péndulo, por otro lado, nos invita a pensar una matriz productiva
heterogénea, con un fuerte impulso a la industria del conocimiento y al sector
emprendedor. En este esquema, la política monetaria de nuestro país, en los
diversos ciclos económicos que atravesó, se vio perjudicada por la falta de
divisas. En este sentido, delinear un esquema de exportaciones robustas, con
incentivos fiscales e ideando “puentes” para que sea más sencillo exportar,
puede ser clave de cara a la Argentina del futuro. La clave, en cierto sentido,
se encuentra en el “valor agregado”. En todos los aspectos de la
vida, y más en el sentido estrictamente económico, generar valor agregado
significa más crecimiento y oportunidades para todos. Para ello, palabras como productividad,
esfuerzo y capacitación deben ponerse en la base de la pirámide, ya que,
con ellas, es más fácil construir una economía mas consistente y que tenga un
horizonte prospero.
Las fechas
solo sirven para acomodar el calendario. La vida es un continuo, una
manifestación dinámica de la realización humana. Las personas se levantan todas
las mañanas a intentar hacer lo mejor que pueden, poniendo en práctico sus
habilidades y conocimientos para intentar edificar una vida digna. En esta
dinámica que se llama “vivir”, los seres humanos pueden intentar y equivocarse,
pero lo único que no pueden dejar de hacer es APRENDER. Y en este
sentido, y a modo de opinión personal, percibo que como país no aprendemos de
los errores del pasado y seguimos insistiendo en recetas, traducidas en
políticas públicas, que no dieron ni darán resultados para construir un país
con mayores oportunidades para todos.
Los ejemplos, en este sentido, son numerosos, como, por ejemplo, el
cierre de exportaciones de carne como forma de bajar el precio, repercutiendo
en la producción y no teniendo impacto en la variable que se desea controlar.
Por otro lado, insistir con la creación de impuestos, y con el dato de tener una
presión tributaria voraz, afectando a los incentivos de producir y ahorrar,
atacando tanto los flujos como los stocks de capital.
Cuidar lo más importante que tiene
nuestra nación. Salir del péndulo requiere utilizar la imaginación
creativa para solucionar problemas complejos con ideas nuevas, llegar a
consensos en líneas de acción básicas, no perder más tiempo en “peleas para la
tribuna” que carecen de todo sentido en intentar construir, ya que, por el
contrario, destruyen. Por último, salir del péndulo, nos insta a ser más
comprensivos con el otro, intentar generar acuerdos con los distintos sectores
y pensar en lo colectivo por sobre lo individual. Nadie nos asegura un
resultado optimo si lo intentamos, pero de lo que, si podemos estar seguros, es
que, si no corregimos el rumbo, y los datos lo demuestran, seguiremos
destruyendo el capital más importante que tiene una nación: las PERSONAS.
Imágenes:
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1 comentarios:
Perfecto balance para una Argentina incierta . De lo que estoy convencida , como Freyre, es que no aprendemos o quizás no tenemos los ciudadanos que se necesitan para gobernar un país que no encuentra rumbo . Más allá de considerar que hemos atravesado una pandemia que agudizó los problemas estructurales, es terrible pensar que se dice muy tranquilamente que la inflación alcanzará el 50%. Gracias por esta reflexión Hugo .
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