Por Hugo
Freyre
Una vez más, y
gracias al sistema democrático en el cual vivimos, se celebró otra jornada de
elecciones en la República Argentina. En este sentido, una cuestión a destacar
es la participación de la ciudadanía en un contexto de pandemia, expresando su
voluntad a través de la herramienta que tiene la democracia para aprobar o
tomar la decisión de un cambio de rumbo: el voto. En este esquema, a pesar de
ser una elección primaria, la cual “acomoda” las listas de candidatos, puede
ser leída en términos políticos como una clara muestra de desaprobación para
con la gestión del actual oficialismo.
En un gráfico
post-elecciones del año 2019 donde solo el centro del país se encontraba “pintado
de amarillo”, la decisión del pueblo en estas primarias, abiertas, simultaneas
y obligatorias fue diametralmente opuesta a esa imagen. En este sentido, pueden
sacarse múltiples conclusiones.
El Cisne Negro. Las elecciones se planteaban de
antemano, desde el lado de la oposición, como la posibilidad de ponerle un
freno a los impulsos oficiales en diversos sentidos. En este marco, el objetivo
se vislumbraba como el hecho de impedir que formen quorum propio en la Cámara
de Diputados. Y aquí aparece el Cisne Negro de estas elecciones, el cual puede
ser identificado por ciertos factores, entre los cuales se destacan:
1) 1) Haciendo
alusión al autor de la citada teoría, Nassim Nicholas Taleb, el mismo “lo
define como un caso atipico, ya que se encuentra fuera del ámbito de las
expectativas regulares, porque nada en el pasado puede señalar convincentemente
su posibilidad”
2) 2) Por
otro lado, y siguiendo la línea de análisis, el citado evento “tiene un impacto
extremo, dado que sus consecuencias son mayores que las conocidas frente a
factores de riesgo ya evaluados”
3) 3) Por
último, y no menos importante, dicho evento puede concebirse como lógico: “Es
retrospectivo, dado que, a pesar de su estado atípico, la naturaleza humana nos
hace inventar explicaciones para su ocurrencia después del hecho, haciéndolo
explicable y predecible”.
Desde el plano estrictamente económico, este Cisne Negro abre ciertos interrogantes. Por un lado, como será la política monetaria de aquí a Noviembre, si existirá algún cambio de funcionario en la cartera económica, así como también, como se definirá el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, lo cual representa una cuestión de suma relevancia para el horizonte financiero de nuestro país, con vencimientos importantes en el año 2022.
La aparición de un Cisne Negro, desde mi opinión, es un golpe al statu quo. Veremos como a partir del mismo, en los próximos días y semanas se materializa en decisiones.
Bibliografía:
Bulat, S.
(15 de Marzo de 2020). Qué es un cisne negro en las finanzas y cómo puede
afectar nuestros bolsillos. Diario la Nación.
Imágenes:
2) https://www.google.com/search?q=congreso+de+la+nacion&tbm=isch&ved=2ahUKEwjwtZPDuv_yAhW1u5UCHaSCBmcQ2-cCegQIABAA&oq=congreso+de+la+nacion&gs_lcp=CgNpbWcQAzIFCAAQgAQyBAgAEEMyBQgAEIAEMgUIABCABDIFCAAQgAQyBQgAEIAEMgUIABCABDIFCAAQgAQyBQgAEIAEMgUIABCABDoHCCMQ7wMQJzoICAAQgAQQsQM6BwgAELEDEENQy8UBWOPcAWCI4QFoAHAAeACAAXKIAbYOkgEEMjAuMZgBAKABAaoBC2d3cy13aXotaW1nwAEB&sclient=img&ei=nRpBYbDzOrX31sQPpIWauAY&bih=657&biw=1366&rlz=1C1GCEA_enAR920AR920#imgrc=ahdS2G_HHgZIDM
1 comentarios:
Claro y breve , muy BUENO.
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