Por Hugo Freyre
“El éxito no es el final, el
fracaso no es fatal; es el coraje para continuar lo que cuenta”. Winston
Churchill
Tomando como punto de partida la
película que lleva el nombre del artículo, vemos como el Primer Ministro de
Inglaterra enfrenta una de las peores etapas en la historia, con sus hombres
cercados por las fuerzas alemanas, sacando a relucir su figura de estadista,
mirando un poco más allá de la realidad que lo atormentaba. Sin ánimo de
spoilear dicha película, entremos en algunos conceptos.
El problema de los incentivos. Los incentivos juegan un rol
fundamental en la economía, ya que son el motor de las decisiones de los
agentes considerados en forma individual. En este sentido, es para destacar y
analizar cuáles son los mismos y si son correctamente apuntalados por el policy
maker, estimulados en pos de generar un clima virtuoso. Para aumentar la
producción de bienes y servicios en una economía en un período de tiempo
determinado, es necesaria la inversión. Esto genera empleo genuino, lo que
permite mayores posibilidades de insertar o reinsertar a una mayor cantidad de
gente en el mercado laboral. Pues bien, algunos de los incentivos para atraer
inversiones que “hundan” inversiones de mediano o largo plazo, esto es,
proyectos de inversión destinados a la economía real, son: seguridad jurídica,
reglas claras en el tiempo, legislación impositiva, laboral y una moneda estable
en el tiempo, sumado a vehículos de inversión que pemitan canalizar los
excedentes a través de un mercado de capitales profundo y desarrollado, entre
otros. En este sentido, el hacedor de política económica debe “linkear” o
conectar las políticas con dichos incentivos, conectando las decisiones con las
demandas sociales. Como lector, le propongo que vuelva a recorrer algunos de
los incentivos planteados, y analizar si se encuentran, a su parecer,
correctamente estimulados desde la política.
Emitir para ¿salir?. A riesgo de ser reiterativo con respecto a la
forma de financiamiento vía emisión monetaria y los riesgos que este esquema
enfrenta en la transición hacia un esquema inflacionario más elevado en el
futuro, surge el interrogante si es la emisión monetaria un mecanismo que puede
utilizarse para salir de la crisis en forma de puente hasta reacomodar las
variables macroeconómicas, como ser, caminar hacia un equilibrio fiscal, aunque
con las elecciones de medio término en el 2021 sea difícil. Sin embargo, están
las negociaciones con el Fondo, y una de las condiciones seguramente será
ordenar las cuentas públicas, a pesar del número planteado de déficit en el
presupuesto. Vemos una economía “atada” en términos de precios relativos
(tarifas públicas, dólar, alimentos). Si no queremos que esto afecte la
competitividad a mediano plazo, es necesario el diseño de un plan para salir con
aire de esta situación. Por otro lado, se centra el debate en la discusión
sobre si el BCRA debe seguir con la venta del dólar ahorro, ya que se siguen
drenando reservas, con el turismo prácticamente cerrado y superávit comercial, dicho
problema de escasez de reservas netas se traduce en la falta de confianza del
peso anteriormente citada, incitando a diseñar vehículos de inversión en pesos
que acompañen la evolución del dólar linked o la inflación, con la intención de
seducir nuevamente al ahorro por este medio. Parece ser que el ancla nominal en
la cual se centra la economía con miras a que no se dispare la inflación es el dólar
oficial, por ello algunas políticas apuntaran a calmar el mercado cambiario,
con la mira puesta en solucionar el tema de la brecha cambiaria, desequilibrio
que no puede mantenerse por mucho tiempo.
No volver a tropezar con la misma
piedra una y otra vez. La necesidad de “caminar” hacia un
equilibrio fiscal no es una cuestión de la ortodoxia pura o una visión
puramente fiscalista del problema de la economía argentina. La deuda y la
emisión monetaria son hijas del déficit fiscal, y las lebacs y leliqs nietas
del mismo, ya que son los instrumentos que se utilizan para chupar el excedente
de pesos (que luego hay que desarmar). Toda esta familia que tantos dolores de
cabeza le ha traído a nuestro país a lo largo de la historia, algún día, tiene
que quedar en el olvido, o por lo menos, intentar hacer algo distinto. ¿Se
soluciona todo con equilibrio o superávit? De ninguna manera. El problema es
complejo, y por ello necesita una mirada integral. Otro tema es la
bimonetariedad constante en la que vivimos, vivimos “pensando en verde”, en
otros términos, y no por la Heineken precisamente. Es una cuestión cultural, y
por ello, siempre llegamos a ese cuello de botella que se visualiza en la
escasez de divisas, necesarias para el desarrollo a largo plazo del país.
El coraje para continuar es lo que cuenta. La historia nos invita nuevamente a mirar de frente los problemas estructurales o seguir poniendo parches. Es necesario recuperar el horizonte, salir de la lógica del “espejo retrovisor” del vehículo (aunque si volver a la historia para anotar todas las lecciones que nos dio) y mirar el parabrisas, ya que este nos marca el camino hacia el futuro. Tenemos que regresar al pasado para tomar todas las lecciones que nos dio, anotar los aprendizajes y llevar a cabo las acciones para corregir. Conjugando los conceptos vertidos en el artículo, es necesario tomar las riendas para estimular los incentivos correctos en pos de poner en marcha nuevamente los engranajes de la economía, y que se empiecen a mover las ruedas de este vehículo. El ciclo de caída debe detenerse imperiosamente, tocar el valle gráficamente hablando para comenzar con un proceso de expansión sostenido en el tiempo, y no en forma de serrucho, tornándose al alza en años electorales pero luego cayendo. Todo este camino debe estar sembrado de consenso e institucionalidad democrática por sobre todas las cosas, poniendo nuevamente en el centro de la escena el valor de la palabra como mecanismo para construir confianza, y la escucha activa como motor para crear ideas innovadoras que nos saquen de la lógica de fanatismo. El “Boca-River” hay que dejarlo para las elecciones, esta situación nos impone el deber de encontrar puntos en común y políticas de Estado que sean las bases que construyan un país con futuro.
Imágenes:
3- https://www.google.com/search?q=emision+monetaria&rlz=1C1LENN_enAR481AR481&tbm=isch&sxsrf=ALeKk03fEnQrMuqXIwIPenFPhuLQ7-o4oQ:1600009018688&source=lnms&sa=X&ved=0ahUKEwjv38iJsubrAhUrIrkGHQEdBG8Q_AUIECgC&biw=1366&bih=576&dpr=1#imgrc=dJ3ozq6JusCJGM
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