Por Hugo Freyre
“En barrio de
ricachones, sin armas ni rencores, es solo plata y no amores”.
En la última semana de mercado se evidencio un retroceso de
la divisa estadounidense que permite tomar calmar y respiro. Es una buena señal
de estabilización, que la variabilidad que venía acompañándola durante las
últimas semanas era muy notoria. Luego de la estampida del dólar, parece haber
llegado la calma, sin embargo, ¿Habrá tocado un techo dicha divisa?
Volvió el Carry. El carry trade o bicicleta financiera es una
de las manifestaciones que presento el mercado en la última semana y que
permitió la baja del dólar. ¿En qué consiste? Un inversor que se encuentra
comprado en dólares, vende los mismos, para posicionarse en algún instrumento
en pesos, como ser bonos o lebacs, los cuales ofrecen una tasa de interés muy
interesante en la actualidad. Luego de obtener dicha rentabilidad en pesos, se
vuelve a la moneda dura. El mismo se presenta cuando hay una percepción
generalizada de que el salto brusco de la divisa finalizo, es decir el riesgo
cambiario se encuentra neutralizado, y solo queda el riesgo del instrumento en
pesos. Para que este ciclo pare, es necesario que baje la tasa de política
monetaria, sin embargo, ante esta señal los inversores se volcarían al dólar,
lo cual generaría una nueva espiral.
En este sentido, son
solo pesos los que se vienen a
buscar, en particular, esa rentabilidad en pesos para luego posicionarse en el dólar.
No son amores, no es esa inversión productiva que el país tanto necesita en pos
de generar los puestos de trabajo necesarios. Por ello, es imprescindible pasar
de una economía situado en lo financiero para dar impulso a las Pymes, por lo
cual una baja en la tasa de interés es imprescindible en el corto plazo, ese
corto plazo que se refleje en confianza para que esos pesos no se vuelquen de
lleno al dólar generando otra estampida devaluatoria.
Recuperación de los activos en pesos. Ante el paso de la
tormenta, los activos en pesos quedaron muy baratos medidos en dólares. El
Merval, ante este panorama, comenzó con una recuperación importante, sin
embargo, habrá que ver si la tendencia alcista se confirma o es solamente un
amague. Todo es un juego de expectativas. Ante un nuevo arreglo con el fondo y
un presupuesto 2019 en vías de tener consenso de aprobación, parece haber luz
al final del túnel y comienza a despejarse un camino que se presentaba sombrío.
Sin embargo, la última palabra parece no estar dicha, y si estos dos sucesos
resultan insuficientes como señales para el mercado, el tobogán se volverá a
presentar en el camino. Los impactos de la corrida comienzan a sentirse en la
inflación golpeando de lleno los bolsillos. En lo social, la deuda es grande,
ante una recuperación que venía gestándose, llego esta corrida cambiaria a
romper todos los pronósticos positivos, debiendo acudir al fondo para cubrir
las necesidades de financiamiento.
Detrás de la macro, están las personas. En este contexto
económico adverso, es imprescindible no perder de vista que detrás de los
números están las personas. Por lo cual, es vital dar certidumbre en las
decisiones a fin de marcar el camino, para no generar este tipo de corridas que
terminan en una espiral inflacionaria, afectando en mayor medida a los sectores
vulnerables, ya que no tienen la posibilidad de refugiarse en instrumentos de
inversión que le permitan morigerar el impacto de la pérdida en el poder
adquisitivo. Por lo tanto, se requiere gran responsabilidad en el planteamiento
de las metas con vistas a brindar la mencionada certidumbre y reestablecer la
confianza. El año que viene será crucial, ya que las paritarias intentarán
recuperar algo de lo que se pierde este año, y si el precio del petróleo
continúa en aumento sumado al reacomodamiento tarifario, la meta planteada de
inflación para el presupuesto será difícil de cumplir. El hombre es el animal
que tropieza dos veces con la misma piedra, por lo tanto, será crucial no
volver a repetir el error de plantear una meta en el presupuesto y luego
recalcular al poco tiempo, ya que ello le pega de lleno a la confianza de la
economía en su conjunto.
Quizás lo ideal sea no plantear metas tan ambiciosas, sino que
sean materialmente cumplibles. En este contexto, la macro se va reacomodando,
sin embargo, el ciudadano que se levanta todos los días a trabajar ve día tras
día el impacto en la baja del poder adquisitivo. Sumado a una economía que
presenta tasas altas de interés, lo que constituye un freno para las pymes y
trae al centro de la escena lo financiero por sobre lo productivo, con
capitales que ingresan y salen pero no derraman trabajo. Por último, y un
paréntesis al equilibrio fiscal y el tan llamado déficit cero. “Déficit cero”
pero sin contar los intereses de la deuda, lo cual no es un detalle menor, ya
que si se continua usando la tarjeta de crédito la hipoteca que queda para el
futuro es enorme, por lo cual, es importante discutir cual es la sostenibilidad
de la deuda tomada.
Fuente: https://www.cronista.com/finanzasmercados/Como-funciona-el-carry-trade-20170724-0026.html
https://www.google.com.ar/search?q=metas+de+inflacion&rlz=1C1LENN_enAR481AR481&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwjx0qDbs9LdAhWGfpAKHcFUCgAQ_AUICigB&biw=1821&bih=769&dpr=0.75#imgrc=l8VCQWQ-QkPy-M:
https://www.google.com.ar/search?q=en+barrio+de+ricachones+sin+armas+ni+rencores&rlz=1C1LENN_enAR481AR481&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwjtopiei9XdAhVCDpAKHRdhDnAQ_AUICigB&biw=1821&bih=834#imgrc=PJ1a6bXj09ABRM:






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