Por Hugo Freyre
Así parece ser la situación que atraviesa nuestro país en la actualidad. Pidiéndole prestada la frase al cuis, parece ser que la fiesta termino. El Fondo Monetario Internacional, al otorgar el préstamo a nuestro país que le permite asegurar financiamiento y dar respiro por un tiempo más, pone condiciones. Y dentro de esas condiciones debe moverse la política economica.
Hacia el déficit cero. Dentro de los anuncios de alto
impacto que pretendió brindar el gobierno para dar certeza y sacudir al
mercado, se encontró el que anunció el Ministro Dujovne, acerca de equilibrar
las cuentas públicas en el año 2019, es decir, el año que viene. No es una
tarea nada fácil esta cruzada a la cual se enfrenta el gobierno, y el objetivo
de aumentar la velocidad en el cumplimiento de esta meta es independizarse del
financiamiento, dando lineamiento a los inversores que ya no será necesario ni
acudir a deuda ni a la emisión. En este sentido, para llegar al equilibrio, o
tocas los gastos o los ingresos. Pues bien, con la devaluación suscitada en el
último período, y tal cual lo detallado en el artículo anterior, hubo ganadores
y perdedores, y uno de los ganadores fue el apuntado para ser el encargado de
ponerle la “máscara de oxígeno” al país.
El campo, otra vez el elegido. En este esquema de tendencia al
equilibrio fiscal, y ante una presión impositiva que aprieta al sector privado
cada vez más, el sector exportador será el encargado de aportar los recursos
para tender hacia el aumento de ingresos en las arcas públicas. Claramente, la
devaluación constituye un impulso para dicho sector, teniendo un tipo de cambio
que encuentra al sector en una situación mucho mejor competitivamente hablando,
frente a un atraso cambiario que lo perjudicaba. La instrumentación se hará por
la vía de retenciones, y en las mismas tomando un monto fijo. Se discute si
debe ser un monto fijo o un porcentaje, ya que ante una posterior devaluación,
dicho monto se licua. Por otro lado, ante un achicamiento del gasto, se
buscarán acuerdos con las provincias en este sentido.

Hay luz al final del túnel. Con un tipo de cambio real
multilateral en términos muy competitivos y una cosecha para el 2019 que
promete ser mucho mejor con respecto a la de este año, un sendero hacia el
equilibrio fiscal y una balanza comercial que puede empezar a mostrar números
positivos no todo es color negro. La clave se encuentra en pasar este período
de volatilidad, calmar las aguas del mercado, y que los inversores retomen la
confianza. Por otro lado, ningún país es sustentable en el largo plazo con una
tasa de política monetaria tan alta, por lo cual, cuando la inflación comience
a dar señales a la baja, con cuidado habrá que bajarla.
El
gradualismo terminó con un shock muy fuerte. Ese era el riesgo que tenía el
camino elegido y ocurrió. Ahora hay que salir del bache lo antes posible, dando señales de confianza, para
empezar a caminar hacia un país sustentable en el tiempo.
Imágenes:
https://www.google.com.ar/search?q=el+cuis+la+fiesta+termino&rlz=1C1LENN_enAR481AR481&source=lnms&tbm=isch&sa=X&sqi=2&ved=0ahUKEwiOhLaB96fdAhVD_SoKHTNFBd8Q_AUICigB&biw=1821&bih=776&dpr=0.75#imgrc=u6gACycZfn_jxM:
https://www.google.com.ar/search?q=pedrito+el+marginal&hl=es-419&rlz=1C1LENN_enAR481AR481&source=lnms&tbm=isch&sa=X&sqi=2&ved=0ahUKEwid0Z_c9qfdAhVqlYsKHT4oAd8Q_AUICigB&biw=1821&bih=776#imgrc=EbWq5rfSmlOX0M:
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