Todo tiene que ver con todo. En las últimas horas se ha
anunciado el aumento en las tarifas de energía eléctrica en el Área
Metropolitana de Buenos Aires. Las mismas se encontraban subsidiadas por el
Estado, por lo cual, no representaban el verdadero valor de lo que constituye
la prestación del servicio. No es una medida que promueva la felicidad de los
consumidores, sin embargo, hay que ir un poco más arriba en el análisis para
entender, es decir, analizar un poco la macroeconomía, ese costado de la
economía que nos permite tener una visión holística.
Pues bien, luego de este análisis, queda claro porque es
necesario bajar el gasto público si queremos bajar la inflación. Ahora veamos
un poco como está compuesto este indicador, componente de la demanda agregada,
y que se puede ser “tocar” en el corto plazo.
“Del total del gasto primario de 2015 – equivalente a casi el 29% del
PBI – 10,2 puntos correspondieron a jubilaciones y pensiones, 5 a salarios, y
5,2 a subsidios a energía y transporte, que en este caso más que duplican la
inversión pública (2,3) y triplican los planes sociales y las asignaciones
familiares (1,5)”.
Está claro, luego de esta cataratas de cifras que
integran la torta del gasto público, que los números que no se pueden tocar son
las jubilaciones y pensiones ni salarios, mucho menos la asignación universal
por hijo. Es por ello, que el primer apuntado son los subsidios, en este caso
puntual, la energía. Así es la macro, una rueda, por un lado a usted señora le
aumentaran la tarifa de la luz, pero en pos de una meta mas grande como lo es
bajar la inflación, ese flagelo para los sectores menos pudientes. Por otro
lado, se están comenzando a ver despidos en reparticiones estatales, lo cual
excede nuestro análisis, pero que también apuntan a la baja de este indicador.
Es importante reflejar que el nuevo cuadro tarifario
premiara el uso en el ahorro de la energía vía un menor pago del importe de la
boleta. Además, existirá una tarifa social para aquellos sectores que menos
posibilidades de pagarla tengan. Es de suma importancia el carácter progresivo
de esta política pública, ya que sumado a la última disparada de la inflación,
sería una preocupación más para aquellas familias que no llegan a fin de mes.
Otra posible solución, pero a un mediano y largo plazo
para cumplir la meta de equilibrio fiscal, está constituida por el hecho de
bajar los planes sociales en orden a crear trabajo genuino, es decir,
apuntalando el empleo vía políticas de inversión, incentivando a empresas y
Pymes a contratar estas personas que se encuentran en condiciones de trabajar,
y a través de una capacitación, accedan a mejores oportunidades. Esta política
traería aparejada un gran impacto económico, pero sobre todo social.
Fuente: Diario
la Nación
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