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Me veras Volver, la pesadilla del "STOP AND GO"

miércoles, 21 de octubre de 2015

Estamos a pocos días de las elecciones y los medios colapsan de propuestas políticas. En todos lados se habla de ello y nuestras cabezas están tan saturadas de información que ya pocos saben que hacer, que si voto a uno o al otro, sigo o cambio, no quiero regalar mi voto, etc. Cansados también un poco de esto, simplemente creemos que hay que votar de acuerdo a tus principios y perspectivas futuras, haciéndole frente a las influencias del marketing político y listo.

Punto y aparte, ahora si, hablemos sobre algo un poco mas divertido!
Sabemos que “el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra”, bueno, nuestro país es el único (o uno de los pocos) pedazo de tierra que se choca dos veces con el mismo problema económico.

Cuando vemos la curva de largo plazo en la historia argentina observamos marcadas oscilaciones. Estas se denominan “ciclos económicos”, los cuales reflejan si crecemos o no durante un periodo de tiempo. Pues bien, tal como se ve en el gráfico, hay picos de ascensos y descensos, reflejos de las etapas expansivas y recesivas respectivamente, siendo un proceso que se repite cada 4 o 5 años aproximadamente. Este fenómeno macroeconómico se conoce como "Stop and Go" o pare y siga. El mismo consta, en una explicación bastante sencilla de dos momentos importantes.


Por un lado, tenemos el "Go", una fase expansiva de crecimiento en la economía, marcada por un ascenso en el PBI (Producto Bruto Interno). En términos simples, la cosa anda bien, vendemos afuera mas de lo que compramos, por ejemplo, el sector agropecuario exporta a excelentes precios. Dicha etapa expansiva, trae consigo aparejada un incremento del consumo por parte de los habitantes, quienes al tener mas dinero gastan mas. Esto provoca que las empresas tengan que producir mayores cantidades de bienes para poder satisfacer el aumento de la demanda. Este aumento de producción inmediatamente genera un aumento de las importaciones, debido a que la mayor parte de los insumos utilizados para producir los compramos en el exterior. Así, es como las importaciones crecen por encima de las exportaciones, generando el temido “estrangulamiento externo”. Si señores, el país se endulzo, hay mas dinero y por lo tanto aumenta la producción, requiriendo mayor cantidad de insumos. Justamente, el problema recae en que Argentina se caracteriza por ser un país que importa con alto valor agregado (bienes industriales) y exporta bajo valor agregado (bienes agropecuarios). Los primeros son mas caros que los segundos, por lo tanto la diferencia entre lo que se vende y lo que se compra resulta en falta de divisas.

¿Venimos bien? Bueno ahora empezamos a caer por el tobogán, se viene el "STOP", así que agarrate fuerte. Este estrangulamiento externo lleva al gobierno de turno a tomar una medida inevitable: la devaluación (o enemiga por cierta). ¿Por que? Porque El Banco Central empieza a mermar en sus reservas y se ve obligado a subir el tipo de cambio para mejorar la competitividad. Claramente es una medida cortoplacista, como nos tiene acostumbrado nuestro país, en esta suerte de surfear las crisis como se pueda.

¿Qué pasa con la devaluación? Beneficia al sector agropecuario, que podrá vender la “soja” a mayor valor. Por ejemplo, si antes por cada dolar de soja vendido recibía $6, con una devaluación ahora recibe $9,50. Listo, ahora las exportaciones valen mas y estamos un poco mas aliviados. Sin embargo, hay un sector que se ve muy perjudicado.
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Históricamente la devaluación hace subir automáticamente los precios de los productos. Recordemos el fatídico verano de 2014, donde de un día para el otro los negocios cerraron y comenzaron a remarcar los precios. Entonces, la devaluación afecta en forma directa el salario real de la fuerza laboral, es decir, en términos de poder adquisitivo ("apúrense a comprar que mañana suben los precios"), ya que los productos aumentan su valor pero el salario nominal que percibe un laburante no, tendrá que esperar a la próxima paritaria y ni pensar en el sector informal de nuestra economía, sector que ocupa una importante parte de la torta en nuestra coyuntura económica.

Después de toda esta ensalada de efectos económicos, los mas afectados son los trabajadores. ¿Qué harán inevitablemente?: consumir menos. Esta baja genera el proceso inverso: menos producción, por ende baja en las importaciones y aumento de reservas. El CONSUMO, es un componente de la demanda agregada, por lo que tira para abajo el PBI y nuestra economía entra en RECESIÓN. Ni te cuento si es acompañada por inflación, generándose lo que se conoce como Estanflación, o estancamiento con inflación, lo que genera un importante dolor de cabeza a la hora de reactivar la economía.

Nos encontramos en el piso, ¿Qué hacemos ahora? Comienzan a jugar los sindicatos. El poder sindical seguramente no se quedará de brazos cruzados y negociará un aumento en el salario nominal por encima de la inflación (o peleándole) en pos de recuperar el salario real de sus trabajadores. Una vez logrado el aumento del salario, las personas vuelven a tener mas dinero en mano, y, ¿que hacen?. Claro que si, vuelven a aumentar su consumo. De esta forma, se vuelve al lugar donde empezamos.

¿Le resulta conocido este fenómeno que bien o mal le intentamos explicar? Seguramente usted relacionara fechas que guarda en su memoria con crisis acontecidas en nuestro país.

"Mi hijo vino con la hiperinflación de Alfonsín", "en el 2001 estaba por irme a visitar a unos familiares para festejar las fiestas y no pude", etc.

¿Cómo reaccionamos los argentinos cuando crecemos y cuando se vienen las crisis?, es decir, ¿que pasa por nuestras cabezas? Hay un importante contenido psicológico en todo esto. Dicho trasfondo proviene del no tener la posibilidad de pensar en el largo plazo. 

Somos expertos en anticiparnos, ya que conocemos lo que viene, y nos resguardamos. Cuando observamos que el país empieza a tocar el freno nos resguardamos en el dólar como una política de inversión para resguardar los pesos que tenemos. No confiamos en un crecimiento sostenido a largo plazo y esa es la verdad.

¿Cuál es una solución viable? La industrialización sustitutiva de importaciones, es decir, tener la capacidad de poder fabricar nuestros insumos y no tener que llamar a nuestros proveedores del exterior. El estrangulamiento externo actúa como un enemigo importante al cual es imprescindible atacar. Para ello se necesita una medida, o un paquete de medidas en orden a industrializar el país y conquistar la “soberanía productiva”.

El "Go and Go" puede ser viable, si logramos poner mas “chimeneas” en funcionamiento y llegamos al autoabastecimiento en esa etapa de crecimiento, sumado a un gobierno que garantice condiciones confiables en el mediano plazo. Si no queremos escuchar más al Stop and Go diciéndonos “Me veras volver”, tal cual el tema de Soda, la Republica Argentina deberá emprender este camino.

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