Es importante diferenciar dos conceptos
relacionados con nuestra alimentación. Por un lado tenemos el hambre que
refiere a nuestra necesidad instintual
e implica una sensación biológica de saciedad, mientras que por el otro el apetito
que está marcado por el deseo.
¿Nunca después de comer en un restaurant llegaste a tu casa y encontraste
en la heladera comida de tu abuela y se activo en tu cerebro esas ganas de
devorarla?
Cada vez que vamos a algún restaurante ordenamos nuestra comida y bebida, pero... ¿por qué pedimos lo que pedimos? De
la carta nos gustan muchas opciones, pero ¿qué nos hace elegir entre unas y
otras?
Los restaurantes saben que las palabras
tienen un sentido más allá de lo que significan y apelan a ellas (a través de
la carta) para acercarse a un grupo de comensales en particular, es decir,
realizan una estrategia de diferenciación de sus clientes.
De esta manera, en todo menú encontramos
estrategias implícitas de marketing basadas en fuertes estudios que buscan
persuadir al consumidor y orientarlo a que elija aquello que más le rentabiliza
al restaurante.
A CONTINUACIÓN TE MOSTRAMOS EL LADO OSCURO DE LAS CARTAS
Los restaurants utilizan un lenguaje muy
particular e imaginario para hacer que los ítems que componen el
menú luzcan más atractivos. Según un estudio realizado por la Universidad de
Cornell, las etiquetas descriptivas pueden aumentar hasta en un 27% las ventas
de determinado artículo en relación a aquellos que no lo están. Por ejemplo,
notaste que muchas veces aparece "helado artesanal", "cocción
lenta", "primera selección", "desde la parrilla a tu
plato", entre otros. Todos están buscando mejorar la sensación de
satisfacción que genera un producto único, hecho en teoría especialmente
para vos.
Otro aspecto muy común es la utilización
de fotografías para tentar a la compra de determinados
artículos. Una imagen atractiva al costado de cada item puede lograr un aumento
de la venta del mismo hasta en un 30%. Cuando mejor se percibe lo que vamos a
ingerir, más seguros estamos de querer comerlo.
Los restaurantes están limitando tus
elecciones a partir de destacar sus productos más rentables. Es
más efectivo para los restaurantes inducirte a que selecciones los 6 items más
reconocidos por cada categoría, con el objetivo de disminuir la responsabilidad
y costo que conlleva poder estar preparado para cocinar cualquiera de todos los
menues que figuran en la carta. Por ejemplo, si vas a una pizzería,
probablemente encuentres como opción las pastas, pero todo estará diseñado para
que no las ordenes.
Los restaurantes utilizan artículos caros para dirigirte hacia los más baratos. Algunos de ellos, a veces son
extremadamente caros, por lo que si uno toma decisiones de forma racional, muy
probablemente no los compre, si no que buscaras algo más barato que parezca
razonable.
Hay muchos trucos en los números de los
menús. Los diseñadores de menues (si, este trabajo existe)
reconocen que los precios terminados en 9, como por ejemplo $9.99, tienden a
significar buen precio pero no buena calidad. Como resultado, muchos precios
ahora terminan con .95 en vez de .99 ya que según estudios demuestran mayor
amigabilidad con el cliente. A su vez, cada vez más restaurantes ponen los
precios sin los centavos, ya que hace que los menues luzcan más simples,
limpios y fáciles de leer.
No utilizan el signo dólar o peso. Este signo es una de los principales elementos que los restaurantes de hoy en día buscan dejar de lado, ya que inmediatamente tiende a recordar que uno está gastando dinero para comer. Según los estudios de la universidad, aquellos menues sin el signo dólar reflejan mayores ingresos que los que si lo tienen.
Los restaurantes relacionan comida con los
miembros de la familia. Las comidas muchas veces se encuentran
descriptas con nombres de familiares, como ser “las pastas de la abuela” o “el
postre de la tía Ana”.

Especialidades del día son generalmente ofrecidas de forma verbal. Se comprobó que las personas
no quieren lucir tacaños preguntando por precios y ofertas especiales. También
se sabe que un hombre en una cita probablemente acepte una oferta del mozo de
un vino o postre caro.
BON APETITE
Y recuerda, una comida sin vino se llama
desayuno...
0 comentarios:
Publicar un comentario