en la dinámica del mercado. Es que ahora los consumidores hemos evolucionado a un estadio superior: además de buen precio y calidad en los productos, exigimos que las empresas le devuelvan a la sociedad lo que ella les da, a través de acciones y programas específicos.
Botellas reciclables,
campañas de prevención de enfermedades, acondicionamientos de espacios públicos
son solo algunos de los métodos con los cuales cuentan las organizaciones para
hacerle saber a la sociedad que se encuentran preocupadas no solo por obtener
mayor rentabilidad sino también por el entorno que las rodea.
Sin embargo, nos cuestionamos si esto realmente constituye
una verdadera preocupación social, o no es más que un instrumento de marketing que
busca “sensibilizar” nuestro corazón y llevarnos
a elegir un producto en vez de otro.
Ahora bien, la marca “xx”
es socialmente responsable. Es decir, que no solo vende sus productos sino que también
logra consolidar el crecimiento a partir de la integración entre compromiso
social y el cuidado del medio ambiente.
MUY LINDO TODO, PERO… ¿QUE
SUCEDE PUERTAS ADENTRO EN LA EMPRESA?
El aspecto
fundamental de esta cuestión reside en el interior de la misma. Esto se
entiende como el hecho de que antes de preocuparse por el desarrollo social y
medioambiental, hay que ser organizacionalmente responsable: tener
empleados con salarios según convenios colectivos, en blanco, respetar los
horarios y descansos, fomentar la capacitación, el ascenso, un ambiente de
trabajo saludable, limpio, etc. Una vez logrado esto se encuentra el
segundo eslabón que son los stakeholders, es decir todos aquellos directamente
relacionados con la empresa, como ser los clientes, proveedores y competidores:
cumplir con los plazos de entrega, pagar en tiempo y forma, competir
lealmente, etc.
Finalmente, tras
haber cumplido con los dos escalones previos, la empresa está en condiciones de
comprometerse con la sociedad y el medioambiente que la rodea. Una organización que construye o refacciona una
plaza pero por dentro realiza prácticas desleales hacia competidores o
no brinda buenas condiciones laborales a sus empleados, no puede entenderse como socialmente responsable. Las apariencias engañan dijo alguien alguna
vez.
Después de efectuar
este análisis, la pregunta que nos debemos realizar es si el mercado premia a
las empresas que realizan estas prácticas. Ello repercutiría en el precio de
los productos y como correlato en mayores márgenes de ventas. Por este motivo, estas intentan demostrar con estrategias publicitarias agresivas las acciones que
llevan adelante, con el fin que el consumidor tenga conocimiento y valore este
aspecto a la hora de decidir su compra ante una variada oferta de productos.
Ahora ponete el traje
de jurado y a la hora de ir a la góndola elegí primero de acuerdo lo que permita tu bolsillo, y después acorde al
impacto positivo que la empresa deja en tu sociedad. Es la hora de despertar y
discernir entre estrategia publicitaria y acción verdaderamente ética.
Consumidores informados y despiertos
representaran barreras más difíciles de atravesar para aquellos que quieren sacar
provecho a toda costa.
Fuentes:
http://foretica.org/index.php/conocimiento-rse/que-es-rse?lang=es
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