Por Hugo Freyre
“Dios estaba guardando este momento para
mí”. Lionel Andrés Messi
Luego de la final ganada por la selección
argentina en el mítico Maracaná y contra el eterno clásico brasileño, este
artículo propone pensar a través de algunas imágenes que nos dejó la misma, reflexionar
sobre algunas cuestiones. Por un lado, la recompensa, término que lleva el
título del artículo. En segundo lugar, la idea de equipo y como
Recompensa. ¿Revancha o volver a intentar? En
estos días sonó en mi cabeza el tema interpretado por Mercedes Sosa y Cerati
“Zona de Promesas”. Quizás el mismo puede retratar de manera perfecta, en mi
opinión, el recorrido realizado por Messi en la selección nacional. ¿Qué
lección nos da? Si el mejor jugador del mundo, el más talentoso por escándalo,
y tan criticado fundamentalmente por los propios argentinos, con una presión
inimaginable por sobre sus hombros, la tuvo que remar y luchar como se vio para
levantar una copa con el seleccionado mayor, ¿Cómo no luchar nosotros por lo
que creemos y soñamos?, ¿Es una revancha para todos los jugadores de la vieja
guardia, o todo lo anterior fue aprendizaje y experiencia para llegar a este
éxito?.
Por otro lado, la recompensa muchas veces no es instantánea. Tuvieron que pasar
varias finales, una del Mundo y dos de Copa América, para que le llegue la
oportunidad al astro argentino de levantar la copa. Y en esta sociedad, que
muchas veces privilegia el resultado por sobre el proceso, no es un tema menor.
Por último, entender que hagas lo que hagas te van a criticar. Lo importante,
desde mi visión, es la nobleza del camino
recorrido, el esfuerzo y la voluntad de tratar de hacer lo mejor posible.
Si uno está convencido de su objetivo y no afecta de manera negativa a otra
persona ¿Por qué no intentarlo una y otra vez? No importa las puertas que se te cierren, las veces que te critiquen,
lo que no puede negociarse es la fuerza para volver a levantarse e “ir por
ello”. Cierro este punto con una frase del Loco Bielsa: “Pertenecemos a una
sociedad, en la que se bendice todo lo que sea triunfo, y todo lo que no sea
triunfo no se perdona”.
Liderazgos. Fin del partido y todos corren hacia el capitán argentino para fundirse en un abrazo. En esa imagen se encuentra resumido el rol del líder y como el equipo se encontraba encolumnado detrás de un objetivo. Eso que tanto se reclamaba, la idea de formar un equipo que no dependa de la individualidad del 10 argentino, y que aparezcan variantes en los momentos complicados. Eso se llama planificación y trabajo, además del hecho de interpretar correctamente los momentos del partido, con sus necesidades y demandas de acomodar alguna pieza por parte del cuerpo técnico. El factor suerte también influye, porque si Palacios le pegaba por abajo quizás era gol en la final con Alemania. El contra fáctico muchas veces es traicionero, ya que la realidad es la que marca la historia.
Es por esto, que el trabajo en equipo y la
idea de un objetivo son aspectos trascendentales a la hora de analizar un
proceso exitoso, así como también los beneficios que trae contar con un
liderazgo positivo. En el éxito y el fracaso, siempre es importante tener
presentes estas ideas.
La
grandeza en la derrota. Fin del partido. Si hay
victoria de un lado, existe derrota del otro. El 10 brasileño Neymar con la
tristeza característica de un sueño que se le niega teniéndolo tan cerca. Pero
luego, viene la imagen de la grandeza. Se acerca y se funde en un abrazo con su
amigo, además de felicitar a varios integrantes de la delegación argentina, y
por último en una situación que resume la figura del potrero, compartiendo una
charla y risas con Messi y Paredes. Si solo es un juego, y ellos solamente
quieren demostrar y dar todo detrás de una pelota.
Algo
que debería enseñarse a todo el que practique un deporte y para la vida en
general, y esto es, en cierto sentido relativizar el éxito y el fracaso. Las
vueltas de la vida, el día de mañana te pueden poner del otro lado del
mostrador, por lo cual, es fundamental no marearse ni en la victoria ni en la
derrota, ya que son circunstancias efímeras. Lo importante es ser fiel a tu
esencia, tanto con los múltiples defectos
con los cuales uno cuenta, así como también con las virtudes.
Para
cerrar este artículo, tomo una frase de Eduardo Sacheri, que creo resume todo
lo expuesto: “Hay quienes sostienen que el fútbol no tiene nada que ver con la
vida del hombre, con sus cosas más esenciales. Desconozco cuánto sabe esa gente
de la vida. Pero de algo estoy seguro: no saben nada de fútbol”.
Imágenes:
3)
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