Por Hugo Freyre
La rueda argentina sigue girando. En este esquema, vale
reflexionar de la causa por la cual no podemos superar los problemas
estructurales que vienen hace años acechando a la sociedad argentina. Pasan los
gobiernos, pero los problemas persisten. La pobreza estructural, la falta de
divisas y de competitividad, el déficit fiscal y su contracara de excesiva
emisión monetaria o toma de deuda, entre otros.
Es la falta de dólares.
Un problema central que tiene nuestro país es la falta de divisas, producto
de los problemas para agregar valor a las exportaciones. El programa de consumo
que se instauro en pos de recuperar la economía puede ser una forma de
despegar, pero en el largo plazo, debe sincronizarse con un programa económico
integral que potencie la inversión y las exportaciones. Todas las nuevas
medidas componen un programa de estabilización, pero no de crecimiento. En este
orden de ideas, todavía el programa de crecimiento no salió a la luz, para lo
cual será vital la renegociación de la deuda. En este esquema, nuestro país
carece de la falta de generación de recursos para sustentar los gastos, sin
embargo, desde otra óptica vemos que tenemos una de las mayores presiones
impositivas del mundo, por lo cual surge el cuestionamiento sobre si el gasto está
siendo eficiente. Claramente no. Pues bien, nos encontramos en un punto donde
hay que sentarse a negociar, y en la mesa debe ponerse el mapa de ruta que
tiene nuestro país. Incentivar el consumo en el corto, pero compatibilizar con
un programa de inversiones e incentivo a las exportaciones; y en este punto es
donde se plantea el interrogante sobre cómo se le brindará impulso al campo,
principal motor de nuestra economía, con el reciente incremento en las
retenciones. Por otro lado, estabilizar el tipo de cambio, recuperando la
confianza de los actores económicos. La devaluación significa una
redistribución de la riqueza desde los sectores que pueden cubrirse con dólares
hacia aquellos que menos tienen, por lo cual, un política monetaria errónea produce
más pobreza y mayor desigualdad. Si queremos una sociedad más justa, debemos
cuidar el valor de la moneda y combatir la inflación.
Es la falta de
competitividad. Al momento de exportar siempre miramos de reojo el tipo de
cambio, variable con la cual se ajusta la economía argentina para hacerse más
barata con respecto al resto del mundo. Múltiples desafíos se plantean en este
campo. Por un lado un desarrollo sustentable e integral de la industria del
conocimiento, para exportar con valor agregado nuestros productos. Para ello,
es necesario tomar la política educativa como una política de Estado, que
perdure a lo largo de los distintos gobiernos, y el desarrollo de la ciencia y
la tecnología al servicio de la industria, construyendo una matriz productiva
que no dependa del tipo de cambio ni del precio de la soja a nivel
internacional, sino lograr una independencia productiva, saliendo del esquema
de granero del mundo, y perfilando al país con una oferta amplia. No es un
cambio que se pueda realizar de un momento para el otro, sin embargo, es
necesario discutir y llevar a la práctica, en orden a lograr una autonomía
financiera en las próximas décadas. En este esquema, es importante el rol que
cumplen las universidades y en mayor medida si trabajan mancomunadamente con
actores del sector productivo.
Grandes recursos,
grandes gastos. Nuestro país tiene una presión impositiva récord, sin
embargo, no alcanza para cubrir los gastos. En este esquema de recursos y
gastos, es importante hacerse el interrogante sobre si estamos gastando de
manera eficiente los recursos, ya que la pobreza continúa en niveles
estructurales similares en los últimos años. Por otro lado, para no recurrir a
la deuda ni a la emisión monetaria, es necesario equilibrar las cuentas
públicas. En el caso de la deuda, tenemos el ejemplo reciente donde nuevamente
debemos discutir como pagamos los compromisos asumidos, y cuando activamos “la
maquinita”, vemos como nuestra moneda va perdiendo poder y nos empobrecemos
frente al resto del mundo. El programa de Precios Cuidados es solo un parche
para combatir la inflación. Este fenómeno se conoce como un aumento
generalizado y sostenido de los precios de una economía. En esta medida estas
cuidando una canasta de productos. Es necesario compatibilizar la política económica
del Banco Central, cuidando la emisión monetaria, sumado a un cambio en las
expectativas. Todos los congelamientos son frenos, sin embargo, “el auto” sigue
andando, por lo cual, es necesario presentar un plan integral y consistente que
abarque todos los frentes, y de esta forma, evitar la remarcación de “por si
las dudas” que muchas veces se produce. Un solo objetivo: reestablecer la
confianza, y este objetivo se consigue, trazando un plan de ruta y cumpliendo los objetivos de corto plazo.
En este esquema macro, es necesario repensar la política impositiva.
Si tu objetivo es crear empleos y que la economía crezca para no necesitar
financiarte, el foco debe ponerse en disminuir la presión impositiva, para que
las Pymes y las grandes empresas comiencen a generar rentabilidad y crear
empleos, sumado a pensar en inversiones dentro del país, así como también tratar
de seducir a la inversión extranjera. No se puede pretender una lluvia de
inversiones a través de un shock de confianza, sino que una empresa extranjera,
como así también una argentina, a la hora de analizar si realiza una inversión
evalúa múltiples aspectos. Fiscal, laboral y seguridad jurídica, entre
otros. En estos aspectos se debe trabajar fuerte si queremos salir de esta
rueda, que sigue girando, con nosotros adentro.
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