Por Hugo Freyre
“El fin es el
principio y el principio es el fin”. Dark
Muchas veces nos preguntamos donde se encuentra el origen. ¿A que me refiero con el origen? En cierto sentido, hay numerosas causas que llevan a la economía argentina a no poder despegar en términos de crecimiento e inversión. Existen numerosas regulaciones y trabas, una legislación impositiva y laboral que es necesario poner en debate, reglas de juego que no son estables, entre otras cuestiones, que impiden la creación de valor en un clima de negocios propicio para tomar riesgos en orden a obtener una rentabilidad. En este esquema, analizaré un fenómeno que es característico de nuestro país y que se repitió y continúa subsistiendo a lo largo de la historia. Este fenómeno de la política económica y que tiene el foco en la política fiscal es el tan mencionado déficit fiscal.
Un problema
crónico. El déficit
fiscal es en términos simples, gastar más de lo que ingresa. En este esquema,
un país tiene básicamente dos vías para financiarlo, que son las más conocidas:
la emisión monetaria o tomar deuda. Luego existe la posibilidad de vender
reservas, lo cual parece complicado ya que un problema endógeno a nuestro país
es la escasez de dólares en las Reservas del Banco Central y la última es
vender activos reales, lo que sucedió con las privatizaciones en la época de la
Convertibilidad. “En los dos primeros casos la tenencia neta de activos del
gobierno cae porque aumenta su nivel de endeudamiento, mientras que en los dos
últimos casos se reduce porque se venden activos”
Volver a empezar. El riesgo de tener un déficit fiscal que se sucede de manera crónica a lo largo de la historia, y que aumento en los últimos años, en particular con un salto producto de la pandemia, pero que también venia creciendo con un gasto público que aumenta y se trata de sostener a base de mayores impuestos, es ingresar en una espiral de la cual es muy complicado escapar. Una espiral, en la cual, como en la serie Dark, el fin es el principio y el principio es el fin. Hablando en términos de crisis económicas, cuando culmina una crisis de deuda, y como no contamos con acceso a los mercados de deuda, se presenta la necesidad de emitir, aumentando la inflación hasta llegar a una crisis donde se produce una devaluación de la moneda y se licua el gasto, y así sucesivamente.
Como corolario de
este tema, surgen algunos interrogantes: ¿Si hay un mayor gasto público en los
últimos años, como es que también la pobreza aumenta?; ¿Podemos imaginar un
país distinto si vivimos en un esquema con continuos déficits públicos, o es
vital caminar a un equilibrio fiscal?; ¿Es conveniente para el empleo y la
inversión seguir agregando tributos para sostener el nivel de gasto?
Para que el
fin sea el fin, y el principio uno nuevo es necesario debatir y encontrar
soluciones pragmáticas. De otra manera, seguiremos navegando en una espiral de
inconvenientes macroeconómicos que terminan repercutiendo en la vida diaria de
todos los ciudadanos.
Bibliography
Llach, M. B. (2010). Macroeconomía
Argentina. Buenos Aires: Alfaomega.
Imágenes:
3)
https://www.google.com/search?q=economia+%2B+politica&tbm=isch&ved=2ahUKEwiupLSXt43vAhW_ALkGHY_eBCkQ2-cCegQIABAA&oq=economia+%2B+politica&gs_lcp=CgNpbWcQAzIECAAQHjIECAAQHjIECAAQHjIECAAQHjIECAAQHjIECAAQHjIECAAQHjIECAAQHjIECAAQHjIECAAQHjoECAAQQzoICAAQsQMQgwE6BQgAELEDOgIIADoHCAAQsQMQQ1DQQViTYWDiY2gAcAB4AIABX4gB8wuSAQIxOZgBAKABAaoBC2d3cy13aXotaW1nsAEAwAEB&sclient=img&ei=r_47YO6QDb-B5OUPj72TyAI&bih=601&biw=1366&rlz=1C1GCEA_enAR920AR920#imgrc=lyoraxZ7KwuAMM
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